El 5 de abril se celebrará en la EPSEB-UPC una jornada de la que soy coordinadora sobre la Planificación de la seguridad con perspectiva de género con la finalidad de dar la visibilidad y conocer la experiencia de mujeres que trabajan en la seguridad pública y privada, criminólogas, y otras profesionales, y conocer iniciativas, estudios y prácticas realizadas también fuera del propio sector de la seguridad que tienen en cuenta la visión de género en la prevención del delito y la planificación de la seguridad. No es solo una jornada de reivindicación del papel de la mujer en la seguridad, vamos mucho más allá, el objetivo es que sea una Jornada ÚTIL y que los asistentes abran su mente y se lleven a sus puestos de trabajo y a sus casas ideas concretas sobre las que reflexionar y que llevar a la práctica para mejorar la seguridad no solo de las mujeres, sino de todos. Las inscripciones a la Jornada son gratuitas
Pero ¿por qué es imprescindible formarse en la seguridad desde la perspectiva de género? Pues porque de no hacerlo estás olvidándote de proteger bien a la mitad de la población. Por lo tanto esa formación es necesaria y urgente.
Desde una perspectiva de género, será necesario ver las cifras del sector, en qué porcentaje están representadas las mujeres, qué tipo de servicios o puestos cubren, cómo podemos atraer a más mujeres, las luchas pendientes, las reinvidicaciones…
La perspectiva de género es necesaria para trabajar EFICAZMENTE en la prevención de los delitos en los que la mujer tiene más probabilidades de ser víctima. Por ejemplo, es necesario contemplar y formarse en violencia de género y en violencia sexual, con una formación de calidad con docentes EXPERTOS que puedan formar desde el punto de vista criminológico, jurídico y operativo para saber detectar esa violencia e intervenir adecuadamente ante ella.
La perspectiva de género es necesaria para entender el papel diferenciado de la mujer en determinados ámbitos o escenarios y pongo un par de ejemplo: los signos de radicalización de una mujer captada por organizaciones terroristas yihadistas o el rol de una mujer dentro de un grupo urbano violento.
La perspectiva de género es necesaria para proteger mejor a las trabajadoras. Hablemos de prevención de riesgos laborales: el puesto de trabajo, los horarios, los equipos y herramientas se han diseñado con características anatómicas, antropométricas, fisiológicas y biomecánicas exclusivamente masculinas. De todos es conocido los problemas que hay, por ejemplo, con los chalecos antibalas. Hablemos de riesgos psicosociales relacionados con el puesto de trabajo y del techo de cristal en la seguridad. Hablemos de dignidad, en definitiva, de no vestir a las mujeres como señores, a darles un trato y un uniforme adecuado a su cuerpo.
La perspectiva de género es necesaria si nos atrevemos a hablar de sexismo y de acoso sexual en el sector de la seguridad, un sector tan masculinizado, donde las mujeres están tan en minoría que no es extraño que desde que son aspirantes y entran por la puerta del centro de formación se les esté dando un trato poco apropiado por parte de algún docente poco sensibilizado – por no decir otra cosa- trato que algunas van a sufrir durante toda su vida laboral.
En caso de emergencia, la perspectiva de género salva vidas, porque si te formas en cómo responden de manera diferente hombres y mujeres en situación de pánico, por ejemplo, puedes predecir comportamientos y protegerles mejor.
La protección de la mujer no solo abarca al departamento de seguridad, necesitamos de otros para poder llevarlas a cabo: comunicación, movilidad, igualdad… Se están llevando iniciativas que contemplan algunos aspectos que he comentado y que debemos conocer para que se extiendan, en materia de seguridad no podemos tener las buenas prácticas escondidas o metidas en un cajón para que nadie las copie.
Repliquemos esas experiencias, reconociendo siempre a quien tuvo la idea y nos enseñó cómo hacerlo, por el bien común de la seguridad.
Venid el día 5 a la Jornada y hablemos de todo esto y de mucho más.