La prevención situacional se interesa por las formas de aparición del delito, instrumentando medidas que están dirigidos a neutralizar oportunidades. El delito se reduce al reducirse las oportunidades para que ocurra.
Estas medidas suponen para el delincuente incrementar el esfuerzo necesario para cometer un delito, aumentar las probabilidades de ser detectado y minimizar las recompensas que el delito le proporciona.
Cuando imparto formación en planes para la prevención de la violencia sexual en espacios de ocio, en el bloque dedicado a la prevención siempre hago mención a la necesidad de la revisión de la seguridad del propio recinto y también y de los aledaños para adoptar las medidas que correspondan: nosotros – y hablo de la seguridad privada- directamente las que nos competan y en cuanto a las que no, se pueden poner las deficiencias advertidas en conocimiento de la seguridad pública o coordinarnos con la seguridad de otros espacios para mejorar entre todos la protección de asistentes y trabajadores.
Esa revisión debe realizarse siempre CON PERSPECTIVA DE GÉNERO – y es especialmente importante en la prevención de los delitos contra la libertad sexual-y que además las medidas han de ser pensadas e implantadas por PROFESIONALES de la seguridad (seguridad pública, personal habilitado de seguridad privada, criminólogas).
Esta revisión del recinto y aledaños supondrá realizar un análisis de riesgos específico para detectar zonas que puedan suponer una oportunidad para un posible agresor de cometer el delito y/o que la víctima pueda estar en una situación de especial vulnerabilidad por no poder ser auxiliada ya sea por ser una zona solitaria y/o alejada de la multitud o porque por la ubicación de la zona pueda no ser oída si solicita auxilio (a veces por el exceso de decibelios).
En este sentido se expresa en el Protocolo de seguridad contra las violencias sexuales en entornos de ocio del Departament de Interior de la Generalitat de Catalunya que se publicó en el DOGC el pasado 11 de abril donde se contempla entre las acciones preventivas, tanto para entornos de ocio privado como público las medidas de prevención situacional:
- Los titulares, organizadores o promotores de las actividades de ocio tienen que analizar los diferentes espacios de sus instalaciones, así como los espacios públicos que conforman el entorno de la actividad, para identificar posibles zonas de riesgo que puedan propiciar la comisión de violencias sexuales, ya sea porque se trata de zonas apartadas, con poca visibilidad, con condiciones de carencia de iluminación, o que dificultan poder pedir ayuda en caso de sufrir algún hecho, etc.
- Este análisis sería conveniente hacerlo con el apoyo o el asesoramiento de su personal de seguridad.
- En la medida de lo posible, se tendrán que adoptar medidas compensatorias de los riesgos detectados, ya sea reforzando la iluminación, haciendo verificaciones en estas zonas, instalando mecanismos de alarma, etc., en función de las características de los lugares y de los riesgos detectados.
- El personal de seguridad tendrá que prever que durante la prestación de los servicios se lleven a cabo controles específicos de estas zonas detectadas.
- El resto de personal del establecimiento tiene que conocer los riesgos relacionados con estos espacios para que puedan estar atentos a posibles incidentes.
Es un gran avance, por tanto, que se recoja expresamente en un Protocolo la importancia de la prevención situacional y se indique que su puesta en práctica se debe realizar con el asesoramiento del personal de seguridad.
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En la Jornada sobre seguridad con perspectiva de género que realizamos en la EPSEB-UPC #FemSegues pudimos conocer diferentes medidas que se están llevando a cabo que pueden compensar estos riesgos específicos detectados y a fecha de hoy me han hecho llegar otras iniciativas que será importante conocer a fondo y difundir.
Por otro lado, en cuanto a la referencia que se hace en el Protocolo de «reforzar la iluminación» me remito al escrito que publiqué sobre el tema. La luz siempre donde sea necesaria y en la intensidad mínima que sea necesaria pero siempre planteándonos si realmente es una medida EFICAZ para prevenir este tipo de delitos. El exceso de luz en la planificación de la seguridad (o cómo pretender prevenir el delito con medidas poco eficaces y nada ecológicas). Una reflexión personal.